El ministro de Educación, Horacio Ademar Ferreyra, fue parte activa de la Campaña Global de Educación de la Sordoceguera, un evento internacional que tuvo lugar la semana pasada.
Bajo el lema “Let me In” (Déjame entrar), este encuentro reunió a especialistas en educación de la sordoceguera de Argentina y Latinoamérica. El evento contó con la presencia de representantes de la Deafblind International (DbI), una organización sin fines de lucro centrada en las necesidades de las personas sordociegas, sus familias y los profesionales que brindan servicios.
Los participantes debatieron estrategias para garantizar que los estudiantes con sordoceguera tengan acceso a una educación significativa y participen plenamente en el proceso de aprendizaje.
Participaron del encuentro los comités nacionales de Argentina, Bolivia, Ecuador, El Salvador, Honduras, Nicaragua y República Dominicana y diferentes profesionales, docentes y organizaciones compartieron sus experiencias en torno a educación y discapacidad.
¿Qué es la sordoceguera?
Según la DbI la sordoceguera “es una condición que combina en una variedad de grados un impedimento visual y auditivo”. Por lo tanto, no es simplemente la suma de la pérdida de ambos sentidos.
Es una discapacidad severa que plantea desafíos en la comunicación y en las actividades cotidianas y sobre la cual falta concientización y formación profesional.
En el último censo en nuestro país no fue contemplada entre las variables, pero organismo internacionales estiman que es una condición presente entre el 0.2% y el 2% de la población.