Por primera vez desde que asumió, el presidente Javier Milei no encabezará el tradicional desfile militar por el Día de la Independencia debido a las profundas y contundentes críticas que recibió su gestión a causa de la severa crisis de abastecimiento de gas natural que afecta a amplias regiones del país. La decisión fue confirmada por el Ministerio de Defensa y responde, según fuentes oficiales, a motivos de austeridad fiscal.
El último desfile fue 2024 donde se lo vio junto a la vicepresidenta y reunió a más de 6.000 integrantes de las Fuerzas Armadas y a 2.000 veteranos de guerra.
Mientras se recortan homenajes patrios, el Presidente sí tiene reservado su tiempo para un compromiso espiritual de alto perfil. Este sábado viajará a la ciudad de Resistencia para participar de la inauguración de la iglesia «Portal del Cielo», fundada por el pastor Jorge Ledesma, líder de la Iglesia Cristiana Internacional, una de las más grandes de Latinoamérica, con una membresía superior a las 50.000 personas.
El acto forma parte de la Convención Internacional «Invasión del Amor de Dios», un evento de fuerte convocatoria dentro del universo evangelista que promete «milagros, sanaciones, testimonios en vivo y un mover palpable del Espíritu Santo». El evento incluye al ministerio musical New Wine, conocido por sus momentos de adoración intensa, y se anuncia como «una oportunidad única para tener un encuentro con lo sobrenatural».
Milei compartirá el escenario con el pastor Ledesma, quien según el sitio oficial de la iglesia es reconocido por su «autoridad apostólica y revelación profética».
Más allá del marco espiritual, la presencia de Milei en el evento refuerza su cercanía con ciertos sectores del evangelismo, cada vez más influyentes en el entramado social y político argentino. En paralelo, marca una toma de distancia simbólica respecto a los ritos del Estado tradicional.
Mientras se apaga el desfile militar, se encienden los reflectores sobre una iglesia donde la fe, el poder y el discurso presidencial convergen.