Villa María, como muchas otras ciudades del país, arrastra una deuda crónica en el control ético y efectivo de la población animal. Aunque en los últimos meses el municipio anunció avances y destinó más de 200 millones de pesos del presupuesto local a esta problemática, las cifras y el contexto muestran que aún estamos lejos de una solución integral.
Cifras oficiales que no alcanzan
En el último informe de gestión presentado en julio de 2025, el intendente Eduardo Accastello informó que se realizaron 1.303 castraciones y se concretaron 17 adopciones. Sin embargo, organizaciones proteccionistas y colectivos ciudadanos sostienen que esos números, en relación al presupuesto disponible y al volumen del problema, son insuficientes.
Con un promedio de casi 4 castraciones diarias, y frente a una población estimada de miles de animales sin control reproductivo, el impacto de estas acciones es marginal. Más aún si se considera que no existe un centro municipal de castraciones permanente, y que la mayoría de las campañas son esporádicas o con cupos.
Una propuesta desde abajo: el Programa de Equilibrio Poblacional
Ante este escenario, el grupo “Ciudadanos Autoconvocados por la Problemática Animal” presentó un proyecto de ordenanza que busca transformar la forma en que el Estado aborda esta cuestión. Se trata del “Programa de Equilibrio Poblacional de Perros y Gatos”, una propuesta que pretende constituirse en una política de Estado, con carácter preventivo, sustentado en la salud pública y el bienestar animal y ambiental.

Este programa se estructura sobre dos pilares fundamentales:
El Pilar Programático: que establece castraciones masivas, gratuitas, sistemáticas, tempranas, abarcativas y extendidas, como único método de control poblacional.
El Pilar Educativo: que apunta a generar conciencia social sobre tenencia responsable, esterilización y respeto por la vida animal.
Además, el programa contempla:
Servicios públicos complementarios: vacunación antirrábica, desparasitación y atención veterinaria primaria.
Subprogramas de adopción, hogares de tránsito y método TNR (trap-neuter-return / atrapar-castrar-retornar).
Prohibición de refugios, criaderos y eutanasia como método de control.
Sanción de una ordenanza que defina a Villa María como localidad “No Eutanásica”, y transforme el Área de Zoonosis en un verdadero espacio de salud pública animal.
También se propone establecer vínculos con juzgados, fiscalías, comisarías, parques industriales y terminales de transporte, para atender zonas críticas donde prolifera el abandono.
¿Qué está faltando?
Voluntad política. Recursos hay. Proyecto también. Lo que sigue siendo escaso es el compromiso para dar respuestas a la altura del conflicto. Mientras tanto, los refugios colapsan, los proteccionistas se endeudan, y los animales siguen reproduciéndose sin control.
La implementación del Programa de Equilibrio Poblacional no solo aliviaría la presión sobre quienes hoy sostienen el sistema con esfuerzo voluntario, sino que sería una acción concreta de justicia social, ambiental y sanitaria.