El Presidente Javier Milei llegó a Córdoba para protagonizar la Derecha Fest, un encuentro organizado por militantes libertarios y referentes de La Libertad Avanza con un claro objetivo: emprender lo que él mismo definió como una «batalla cultural» contra la izquierda. La cita, de marcado tono opositor, tuvo un claro protagonista: la vicepresidenta Victoria Villarruel, a quien Milei no dudó en llamar «bruta traidora».
El Derecha Fest tuvo lugar en el Hotel Quorum, la presencia de merchandising oficialista y la seguridad estricta fueron parte de la atmósfera: vallados, cacheos y control de prensa impidieron que la cobertura fuera demasiado abierta. A pesar de ello, figuras como el periodista José Luis Laje y el controversial “Gordo Dan” fueron los grandes protagonistas en el escenario junto a Milei.
Milei aprovechó la oportunidad para reafirmar su lucha contra lo que considera un sistema de dominación cultural de la izquierda. En su discurso, explicó que el «enemigo» ha logrado infiltrarse en los sectores más prestigiosos de la sociedad, usando figuras influyentes para expandir su ideología. Para el presidente, la clave del éxito está en dar vuelta la partida, reconociendo que la izquierda ha sido más astuta en esta «batalla cultural» y que es hora de seguir su ejemplo.
«Si queremos ganar, tenemos que jugar en la cancha», dijo Milei, llamando a sus seguidores a infiltrarse en todos los lugares estratégicos: desde los concejos deliberantes hasta las radios y las pantallas de televisión. Según él, la libertad debe tener una voz fuerte en cada rincón de la sociedad.
En un giro esperado, Milei aprovechó el escenario para hacerle una nueva crítica a la vicepresidenta, sin nombrarla directamente, pero dejando clara su postura. Aseguró que algunos dentro de su espacio, que fueron elegidos bajo el mandato de liberar a Argentina del «yugo estatal», rápidamente cedieron a la tentación de convertirse en parte de la “casta” política que tanto critican.
A lo largo del evento, se escucharon abucheos a Villarruel, y las pantallas proyectaron un video incómodo, con un periodista cuestionando a la vicepresidenta si sentía que había traicionado a los 15 millones de votantes que la eligieron. Un clima tenso que no pasó desapercibido.
Llegó a Córdoba a las 20:20 y fue recibido por el intendente Martín Llaryora, aunque no hubo un encuentro formal entre ambos. La seguridad fue extrema durante toda la jornada, con un fuerte control en la entrada del hotel, que impidió que la prensa tuviera acceso a los detalles del evento. A su llegada, Milei fue saludado con un protocolo mínimo, en medio de un contexto de tensiones crecientes con los gobernadores por la distribución de los fondos federales y la falta de avances en obras públicas.
La Respuesta Opositora: La «Pueblada Fest» en Plaza Colón
Mientras los libertarios celebraban su encuentro en el Quorum, en la Plaza Colón, a tan solo unos kilómetros, se llevaba a cabo la Pueblada Fest, una concentración de sectores sociales, sindicales y sanitarios en clara oposición al gobierno de Milei. Con unas 2.000 personas presentes, el evento fue una muestra de rechazo a las políticas de ajuste y la reforma económica impulsada por la administración actual. Jubilados, gremialistas y representantes de la mesa sanitaria alzaron sus voces contra las reformas de austeridad que, aseguran, afectan a los más vulnerables.
Con banderas, música en vivo y mensajes críticos, la Pueblada Fest fue el contrapeso a la fiesta libertaria. Y mientras Milei alentaba a sus seguidores a conquistar espacios de poder cultural, la oposición le recordaba que la calle también tiene su propia voz.