Después de varias semanas con el fuego quemando miles de hectáreas, finalmente este domingo los bomberos consiguieron apagar todos los incendios en las sierras cordobesas, y las lluvias pronosticadas para este lunes que llegaron en la madrugada contribuyeran a enfriar los suelos.
Si bien las precipitaciones no fueron ni son tan abundantes, representaron una gran ayuda para el trabajo de los bomberos que no ha tenido tregua durante más de 15 días.
En los tres focos más importantes de los últimos días, en la Quebrada de la Mermela, Berrotarán y San José de la Dormida, entre otros incendios más chicos, trabajaron 400 bomberos. Hasta el lunes, los focos se encontraban en guardia de cenizas con perímetros inestables, pero la lluvia aminoro el riesgo de reinicios.
También hubo un reinicio en Capilla del Monte que pudo ser sofocado el domingo. Los bomberos continúan en guardia de cenizas y la lluvia aplacó las posibilidades de otros reinicios.
“La situación está contralada. Es un alivio. Pero no se desactiva todo. Los cuarteles aprovechan los días para reponer las herramientas afectadas para estar listos para las próximas semanas”, dijo Schreiner.